Me conoce bien quien me regaló este libro, y supo acertar con su elección.
Es una novela dura por la historia pero bonita. ¿Sencilla y amena? Depende del capítulo, pero fácil de introducirte en la lectura. Un chaval con alexitimia, quien tiene que aprender a crecer solo, tras sufrir un ataque en el que presencia la muerte por asesinato de su abuela y que su madre quede en coma.
Contado en primera persona, narra cómo tiene que abrirse paso en la sociedad para encajar su enfermedad, recordando en todo momento las conversaciones con su madre, con las que desde muy pequeño le intentaba ayudar a plasmar en su cara y frases (hechas), emociones que no sentía. No profundiza en la personalidad de los personajes que rodean al protagonista, pero las conversaciones que mantienen con él son interesantes para poder conocer la alexitimia, dificultades para relacionarse y poder entender la enfermedad y personalidad de quienes la viven.
El protagonista vive con la duda de si podría haber evitado el ataque a su madre y abuela, como también tener que soportar el peso de visitar a una madre en coma sin esperanzas de vida.
Una novela triste, a la vez que llena de esperanza.
A mi parecer, la escritora muestra muy bien los intentos para ser alguien neutral en la sociedad y no salirse de la norma. Muestra que hay que ser socialmente aceptado para no ser centro de miradas y comentarios dolorosos. Muestra a no juzgar a desconocidos, no sabes la historia que hay detrás de ellos.
Aunque el protagonista no sienta las emociones, es un libro cargado de ellas. Lo recomiendo.
(…)
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Abuela
¿por qué dicen todos que soy raro?
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Será
porque eres especial. La gente no soporta a los que son diferentes.
(…)
